Cuestionario literario: Albert Villanueva

La aparición de la autopublicación y la coedición ha intentado democratizar un poco el mundo editorial. Pero sí que he visto el florecimiento de todo un negocio nuevo alrededor del escritor novel: editoriales sin escrúpulos que solo actúan como imprentas, famosos y no tan famosos que comercializan cursos de escritura, blogueros que cobran por reseñar tu libro, periodistas que cobran las entrevistas… Todo un mundo que intenta aprovecharse de la ilusión que siente el escritor novel por publicar su obra.
Albert Villanueva

1. ¿Cuándo comenzaste a escribir y con qué pretensiones?

Desde mi adolescencia, lejana ya, empecé a escribir impulsado por mi profesor de Literatura en Bachillerato. Lo hacía sin ninguna pretensión. Ni se me pasaba por la cabeza llegar a publicar algo nunca. Me daba vergüenza que alguien llegara a leer mis escritos.

Recuerdo que en 3.º de Bachillerato o en COU gané un concurso de redacción en mi centro, pero aquel jurado y pocas personas más habían leído nada mío hasta 2017…

Fue entonces cuando publiqué mi primer libro: Yo no quiero ir a esta escuela, un ensayo en el que repasaba los errores del sistema educativo de nuestro país. Eso me dio fuerzas para ponerme a prueba y saber si sería capaz de continuar y acabar la novela que había comenzado diez años atrás.

Así fue como publiqué a principios de 2019 mi primera novela: Por hacer a tu muerte compañía.

2. ¿Planificas los libros antes de sentarte a escribirlos o surgen sobre la marcha, al hilo de tus pensamientos, sin planificación?

Antes de ponerme a escribir, planifico mis obras. Y, sobre todo, dedico muchos meses a la documentación, ya que en todas mis obras de ficción aparecen momentos y acontecimientos históricos que pretendo que sean lo más verosímiles y exactos posible. Tal vez sea esa una de las fases en que más disfruto. Preparar el espacio, el tiempo y los personajes que moverán mis historias me es imprescindible antes de ponerme a escribir, pero, además, me da muchísimas satisfacciones.

3. ¿Cuál es tu género preferido como escritor y cuál como lector?

No creo demasiado en las etiquetas… Creo que vivimos en una época que gusta de etiquetar absolutamente todo. Y en la literatura ese afán por clasificar y etiquetar llega al paroxismo… Pienso que, al final, todas las novelas hablan de lo mismo: de sentimientos. De los griegos a Shakespeare, de Ovidio a Juan Marsé, todas las novelas están protagonizadas por hombres y mujeres. Así que siempre fluyen los sentimientos, las virtudes, los defectos del ser humano: el amor, el odio, la venganza, los celos…

Al final, las etiquetas sirven solo a las librerías a la hora de clasificar las obras que tienen a la venta…

Pero si tengo que etiquetar lo que leo, podría decir que, desde hace más de treinta años, el noventa por ciento de lo que leo es novela negra.

En cuanto a mi faceta de escritor, he escrito un ensayo, una novela histórica y ahora acabo de publicar una novela negra. De todas maneras, en mis obras de ficción siempre tiene un peso importante algún hecho histórico.

4. ¿Escribes pensando en un lector específico o crees que cualquier persona es un lector en potencia de tu obra?

Me parece sumamente complicado escribir pensando en el lector. Creo que un escritor escribe para él, escribe aquello que le conmueve a él. Sin más. Si después ese escrito gusta a los lectores, ¡premio!

La escritura es placer. Creo que es imposible escribir sin sentir ese placer que solo se consigue dedicando tus esfuerzos a lo que te gusta.

Habrá lectores que disfruten con tu obra y otros que renegarán de ella… Pero mi escritura sería falsa si yo escribiera pensando que esas líneas tienen que gustar a un determinado tipo de público,

5. ¿Te costó mucho encontrar editor para tu primer libro?

Todo lo que un autor disfruta en el período de documentación y de escritura, lo sufre cuando da la obra por acabada y corregida… El mundo editorial es una verdadera jungla, donde moverse y avanzar es complicadísimo.

Los escritores que empezamos y que no tenemos nombre tenemos una dificultad extrema para poder ser escuchados, para que tengan en cuenta nuestros manuscritos, para publicar…

Las editoriales tradicionales solo quieren escritores reconocidos o el típico televisivo que solo con su cara venderá miles de ejemplares de un libro que ni siquiera habrá escrito él.

Por tanto, la búsqueda de editor para nuestro primer, segundo, tercer o último libro, es una tarea ardua y complicada.

6. ¿Qué opinas de los muchos premios literarios que se convocan hoy día?

Los premios literarios grandes, los más famosos, los más prestigiosos, los más conocidos, tienen relación, la mayoría, con alguna de las grandes editoriales del país. Así que su principal objetivo es el económico, las ventas… No creo que sea una leyenda urbana el hecho de que muchos de esos premios estén asignados antes de comenzar el concurso y que algunos de los ganadores presentan obras por encargo.

Otra cosa son los premios literarios pequeños y humildes. Creo que estos son los que están a nuestro alcance. Pero acostumbran a ser concursos con una participación altísima y, por tanto, muy disputados.

7. ¿Vivir de la literatura es una utopía?

Llámalo utopía o imposible… Las regalías por la venta de libros son bajísimas. Siempre pongo el símil con el agricultor. Un kilo de naranjas te cuesta en el súper dos euros cuando al agricultor se lo han pagado a veinte céntimos…

Vivimos en una sociedad de intermediarios y el productor inicial, el creador, es el que se lleva la parte más pequeña. Treinta por ciento para la editorial, otro treinta para la distribuidora y otro treinta para la librería. Así que al autor le queda un 10 %… ¿Cuántos libros tienes que vender al mes para poder vivir de lo que escribes? Imposible.

8. ¿Qué diferencias encuentras entre el mundo editorial de tus inicios como escritor y el actual?

Como yo empecé a publicar tarde, solo hace unos años, el sistema no ha cambiado. Planeta y Penguin se han quedado prácticamente con la totalidad del mercado y con las editoriales pequeñas.

La aparición de la autopublicación y la coedición ha intentado democratizar un poco el mundo editorial. Pero sí que he visto el florecimiento de todo un negocio nuevo alrededor del escritor novel: editoriales sin escrúpulos que solo actúan como imprentas, famosos y no tan famosos que comercializan cursos de escritura, blogueros que cobran por reseñar tu libro, periodistas que cobran las entrevistas… Todo un mundo que intenta aprovecharse de la ilusión que siente el escritor novel por publicar su obra.

9. ¿En qué medida crees que pueden ayudar las redes sociales a difundir la obra de un escritor?

Publiques con una editorial grande o con una pequeña, la promoción la debe hacer el propio autor. La editorial, con suerte, te dará un empujón durante la primera semana. Después, tendrá otras novedades en las que volcarse. Así que deberá ser el propio autor el que deba preocuparse de mover y difundir su obra.

Las redes sociales son básicas en la actualidad para ese proceso de difusión. Pero consumen muchísimo tiempo. Un tiempo que los autores debemos robar a lo que realmente nos gusta, que es escribir. Mi nueva novela lleva unas cuantas semanas parada, porque estoy centrado en la promoción de la que acabo de publicar. Y eso consume muchísimo tiempo: correos, envíos, entradas en redes sociales, entrevistas…

10. ¿Qué opinas del libro digital?

Yo soy lector en papel. Me gusta tocar el libro que leo, me gusta olerlo, me gusta ver cómo envejece en mi librería…

En mi vida, solo habré leído dos o tres libros en digital. Pero reconozco que tiene ventajas y entiendo que haya gente que ya no compre papel. En mi casa, las estanterías están a rebosar y, cuando me ha tocado hacer mudanza, mi espalda se ha acordado de aquel dicho de “la cultura no ocupa lugar”…

11. ¿Qué opinas de la autoedición?

No me parece una mala opción para publicar. Pero, como he dicho anteriormente, hay que tener cuidado con gente sin escrúpulos que quiere aprovecharse de la ilusión del escritor novel.

Hay muchas empresas que han visto que cuidar al escritor es bueno para ellas y que ofrecen una serie de servicios que pueden ayudar al autor a publicar sin tener que estar pendiente de todos los pasos que conlleva el largo proceso de la publicación.

12. ¿Consideras positivos los talleres de escritura creativa o piensas que no se puede enseñar a escribir?

Todo lo que sea aprender siempre me parece positivo. De todas maneras, conozco algunos de esos talleres, en los que dan la cara incluso escritores consagrados, que dejan mucho que desear, tanto a nivel de contenidos como a nivel económico. Hay que ir con mucho cuidado…

De todas maneras, creo que para escribir, el primer paso es leer mucho. Aunque no quiere decir que por leer mucho, se llegue a ser escritor, creo que es inviable llegar a escritor sin haber leído mucho…

13. Con el paso de los años algunos escritores acaban eliminando ciertos títulos de su semblanza. Aunque no precisamos conocer el nombre, ¿hay algún libro de los tuyos que te satisficiera en tus inicios, pero que ahora preferirías no haber escrito?

Cada obra es fruto de un proceso y de un momento vital de mi trayectoria como escritores. Cada obra me ha hecho disfrutar escribiéndola y no reniego de ninguna.

Es cierto que, cada vez que la relees, cambiarías cosas… Estaría en continua corrección…

14. Para ese lector que aún no ha leído nada tuyo, por favor, recomiéndanos uno de tus libros. Cuéntanos brevemente cómo fue el proceso de creación y por qué has elegido ese título y no otro de cara a nuevos lectores de tu obra.

Os recomendaré mi última novela publicada, “Pactos”.

Se trata de una novela negra, el primer caso del inspector Pruna, de los Mossos d’Esquadra. En ella, el policía recibe una llamada que le llevará a la investigación más especial de su carrera. Su madre ha muerto en la residencia de ancianos donde estaba ingresada junto a los amigos de su cuadrilla. Una defunción en apariencia natural, que pronto destapará una serie de pactos que tienen a la muerte como compromiso ineludible.

Además, Pruna sentirá la necesidad de buscar respuestas al misterio que su madre le planteó poco antes de morir. Eso le llevará a escarbar en algo que odia: el pasado. Y tendrá que retroceder hasta las riadas de 1962 en Gavà para saber una verdad que, como pasa a menudo, duele en el alma.

El título, “Pactos”, surge porque el inspector deberá enfrentarse con una serie de pactos de diversa índole a lo largo de la historia: unos pactos de amistad, que son los que hizo su madre con sus amigos; un pacto de venganza, el que llevó a cabo el o los asesinos; y un pacto de silencio que no retrotrae al pasado.

15. Recomiéndanos, por favor, dos libros cuya lectura te haya impactado. Uno de un autor clásico y otro de un autor contemporáneo. (Da igual el género).

Bufff. Esta es la pregunta más difícil de toda la entrevista… Hay tanto por leer… Y por releer. Porque hay libros que merecen ser releídos cada cierto tiempo…

Como obra clásica, recomendaría cualquier obra de teatro de William Shakespeare. Si tuviera que quedarme con alguna, tal vez lo haría con “Hamlet”. Desde que la leí por primera vez, la tragedia que mueve el asesinado del rey de Dinamarca y su aparición fantasmal pidiéndole a Hamlet que vengue su muerte, me pareció una de las obras más grandes jamás escritas.

Como obra contemporánea me quedaría con cualquier novela de Francisco González Ledesma, el padre de la novela negra española y, para mí, el escritor más grande de la segunda mitad de siglo en España. Cualquiera de sus obras es una delicia, aunque las más conocidas son las de la saga de su detective Méndez. Para elegir una sola, recomendaría “Cinco mujeres y media”.

Muchas gracias. Te deseamos mucha suerte en todos tus proyectos literarios.

Más información sobre el autor:

Albert Vilanueva: Consultar su Currículum Literario y Datos de Contacto.

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